¿Te convierte la infidelidad un ser miserable? Personalmente creo que sí, pero existen situaciones que la justifican. Muchas veces intentamos estar sólo con nuestra pareja, tener ojos sólo para él o ella, pero ocurre tan frecuentemente que uno de los dos comienza a perder la pasión, las ganas de tocarse, el deseo de amarse como al principio. A medida que pasa el tiempo esto se va haciendo rutinario y termina por apagar la relación. ¿Qué se puede hacer entonces? ¿Embuirte en esa dinámica macabra? ¿Buscar algún consuelo por fuera?
Es difícil cuando se ha formado una vida completa alrededor de una persona, de una familia, existen lazos que forman práctimamente una madeja imposible de desenredar, que impide pensar en desintegrarla. El sólo hecho de pensar en los hijos, en los sufrimientos que provocaría una separación, en el complicado tema de las visitas, de los dineros, de las navidades, los cumpleaños, las festividades familiares, se transforma en un impedimento para pensar en dejarla.
Entonces, aparece una persona que se interesa por ti, que te encuentra guapa o guapo, te llama, trata de verte, de comunicarse permanentemente contigo, que insiste e insiste en juntarse contigo, es casi un llamado que queda en tu cerebro siempre presente. Pensamos en la cierta posibilidad de dejar que las cosas pasen, con la culpa siempre presente, con la conciencia sucia por traicionar tu vida, más que a tu pareja, a tu vida entera, a todo lo que te rodea.
Finalmente, caes ante tal tentación, proponiéndote que sea esporádica, que no te vayas a enamorar, que él o ella no se vaya a enamorar, pues todo lo anterior se vería en serio riesgo y ¿para qué? las cosas con tu pareja no van a cambiar. Escuché por ahí, que a veces ocurre que si tu pareja te ve con tu amante, la relación se arregla, como que te valora más que antes. No creo que sea así, yo no podría soportarlo, sin duda terminaría la relación, pero si no se que ocurre, si mis ojos se hacen ciegos ante las evidencias, es posible que mi relación siga, sin grandes altibajos.
Concluyo que se es miserable cuando aún teniendo todo lo que necesitas te entregas a la infidelidad, no eres miserable cuando has hecho todo lo que está en tus manos para lograr arreglarla.